Descripción
La blefaroplastía no quirúrgica es un procedimiento ambulatorio, en el cual bajo anestesia local y gracias a la innovadora tecnología de la energía plasmática, se realizan pequeñas intervenciones puntiformes a lo largo de arrugas (patas de gallo) y bolsas que se producen en la zona de los párpados.
Esta tecnología es segura, no ablativa ni invasiva, por lo que en comparación con una cirugía de párpados es mucho más económica, sólo necesita anestesia tópica y está libre de las complicaciones propias de una cirugía, logrando excelentes resultados.
También se puede utilizar cuando los párpados se encuentran caídos (ptosis palpebral), estimulando la renovación a nivel celular y a nivel de la piel, generando como resultado una retracción considerable en los tejidos laxos.
Esto tiene como efecto la obtención de párpados rejuvenecidos y más retraídos, solucionando el problema de la obstrucción del campo visual y además alisa la piel dejándola libre de bolsas y arrugas.
Esta tecnología también se puede aplicar en las siguientes zonas:
Patas de gallo
Arrugas alrededor de la boca
Arrugas en el cuello y el pecho
Cicatrices
Acné y cicatrices de acné
Estrías
Verrugas
Tangelestasias
Corrección del tono de la piel
Tratamiento de fibromas
Eliminación de lesiones benignas, como los xantelasmas.
Contraindicaciones:
Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia
Infección al rededor de la zona a aplicar
Cicatrices patológicas como queloides
Enfermedades autoinmunes (consultar)
El tratamiento se realiza en una sesión y dependiendo del caso, puede requerir una segunda intervención para potenciar más su efecto. Posterior a esto, los resultados tendrán una duración aproximada de 2 años.