Cuando decidimos someternos a un tratamiento de medicina estética, vale la pena hacerse la pregunta: ¿Qué espero de este tratamiento?
¿Busco sentirme mejor conmigo misma (o) o agradar a alguien más?
¿ Deseo librarme de algún tipo de inseguridad personal a través de este tratamiento?
Estas y muchas otras interrogantes pueden venir a nuestra mente y es importante tenerlas presentes a la hora de decidir ponernos en tratamiento.
Esto porque es importante tener expectativas reales de lo que se puede lograr con el tratamiento y saber si está dentro de lo que espero. Quizás mi caso es mucho más severo y requiere cirugía, quizás se que soy candidata (o) a ella, pero prefiero tomar una vía de tratamiento más conservador y evitar las complicaciones quirúrgicas.
Respecto a agradar a otras personas, es importante que tu motivación sea realmente agradarte a ti misma (o) ya que otras personas pueden hoy estar en tu vida y en el futuro quizás no. Además pueden tener otras creencias sobre lo que te quedaría mejor a ti.
Siempre ten en mente, qué te daría más felicidad a ti, qué es lo que te está restando seguridad y qué aspecto de tu estética crees que podrías mejorar.
Es verdad que al mejorar esos aspectos que nos molestan en nuestra apariencia adquirimos más seguridad y confianza en nosotros mismos, incluso quizás actuemos de forma diferente frente al sexo opuesto. Este cambio que podemos experimentar a través de una sencilla pero importante mejora de nuestra apariencia puede traer enormes cambios en nuestra vida, en nuestras relaciones sociales y en la relación con personas del sexo opuesto. Todo esto ha de traer felicidad y eso es maravilloso! poder cambiar nuestra sensación frente a otros con una mejora en nuestro rostro.
Junto a esto, es importante que siempre conozcamos nuestro valor como personas únicas e irrepetibles, independiente de nuestra apariencia. Cada uno de nosotros es un universo completo y viene a cumplir un rol único en la vida, en el mundo y en la experiencia de otras personas.
Seamos la mejor versión de nosotros mismos tanto por fuera, como por dentro. Porque muchos nos recordarán además de nuestra belleza física, por la forma en la que los (las) hemos hecho sentir.
Con amor
Dra. Pía
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