Si te has hecho esta pregunta alguna vez, déjame contarte que en algunas oportunidades, la toxina botulínica no tiene un efecto satisfactorio para algunos pacientes. Esto se puede deber a múltiples factores, entre ellos:
Dilución: La toxina botulínica se presenta comercialmente como un polvo que debe ser diluido antes de su aplicación. Si es diluido en una cantidad mayor de solvente, la potencia que tendrá para paralizar la musculaura a la que va dirigido será mucho menor.
Almacenamiento: La toxina botulínica debe ser almacenada respetando cadenas de frío ( excepto una marca comercial, que no requiere este tipo de manejo). Si es sometida a mayores temperaturas durante su almacenamiento, se alterarán sus propiedades.
Duración: Una vez que es diluida, la toxina puede ser almacenada durante un tiempo determinado, al final del cual se inactiva y pierde efectividad.
Dosis: La dosis debe ser determinada en función de las características de cada paciente y en forma personalizada. Pacientes con un patrón muscular más potente o más activo requerirán dosis mayores en comparación con pacientes que tienen una musculatura menos poderosa.
Marca comercial: Se ha descrito en algunos casos la aparición de "resistencia" por parte del cuerpo a la toxina, esto significa que algunos pacientes tras la aplicación en reiteradas oportunidades de la misma marca comercial de toxina pueden desarrollar cierto grado de tolerancia a ésta.
Tiempo entre sesiones: No respetar el tiempo mínimo que debe transcurrir entre sesiones puede hacer que se produzca tolerancia y con ésto, menor efecto. Debe transcurrir al menos 4 meses entre sesiones para asegurar la efectividad.
Por eso es muy importante la seriedad del lugar donde te aplicas la toxina, ya que las ofertas abundan, sin embargo, es altamente probable que su bajo costo se deba a alguna manipulación en el producto.
Esto lamentablemente hará que no consigas los efectos esperados.
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